Dios y el Dinero: ¿Es malo querer prosperar? Esto dice la Biblia

En muchas iglesias, hablar de dinero todavía es un tema incómodo. Algunos creen que la pobreza es señal de humildad, mientras que otros piensan que la riqueza es la máxima evidencia de bendición. Pero… ¿qué dice realmente la Biblia sobre Dios y el dinero?

La respuesta puede sorprenderte: el problema no es el dinero, sino el lugar que ocupa en tu corazón (1 Timoteo 6:10).

Dios no está en contra de la prosperidad

A lo largo de la Biblia encontramos hombres y mujeres de Dios que fueron prósperos: Abraham, Job, David, Salomón… Todos tuvieron abundancia, pero su riqueza era una herramienta para cumplir el propósito divino.

Clave bíblica: "Acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas" (Deuteronomio 8:18).

Esto significa que prosperar no es pecado. El problema surge cuando el dinero se convierte en el fin, y no en el medio para servir, bendecir y extender el Reino.

El verdadero problema: amar el dinero

La Biblia no dice que el dinero sea malo, sino que el amor al dinero es la raíz de todos los males (1 Timoteo 6:10).Cuando tus decisiones, relaciones y prioridades giran en torno al dinero, corres el riesgo de apartarte de Dios.

Señales de que el dinero está gobernando tu vida:

• Tus metas se miden solo en cifras.

• Sacrificas valores y principios por ganar más.

• Tu fe se enfría cuando las finanzas caen.

Principios bíblicos para manejar el dinero

Si quieres vivir en prosperidad sin perder tu paz ni tu fe, aplica estos principios:

1. Pon a Dios primero en tus finanzas (Proverbios 3:9-10).

2. Sé diligente y evita la pereza (Proverbios 10:4).

3. Vive con generosidad (2 Corintios 9:6-7).

4. Ahorra y administra con sabiduría (Proverbios 21:20).

5. Evita deudas innecesarias (Proverbios 22:7).

¿Evangelio de la prosperidad o Evangelio bíblico?

El llamado “Evangelio de la prosperidad” se enfoca principalmente en que Dios quiere que siempre seas rico y exitoso, pero el Evangelio bíblico va más allá: se trata de salvación, transformación y propósito eterno. La prosperidad es un fruto, no la raíz.

Entonces..

Dios no quiere que vivas esclavo de la pobreza ni del dinero. Quiere que seas libre, bendecido y generoso, para que puedas cumplir tu misión en la tierra.

La pregunta no es si debes tener dinero, sino si el dinero te tiene a ti.